miércoles, 20 de febrero de 2013

La Torre de la Cautiva de la Alhambra

La Alhambra de Granada embruja y enamora a quien la conoce. No es ni un secreto ni un misterio, pero sí los cientos de leyendas que la rodean y que la han convertido en fuente de inspiración para escritores y artistas a lo largo de los siglos.
Cada uno de los rincones de la ciudad palatina rezuma la magia especial de los lugares con historia, lugares cargados de vidas pasadas, de caras, de encuentros, de lances del destino, en definitiva de cientos de historias, cuentos y curiosidades que la mantienen en pie y le dan más solidez que el ladrillo y el cemento.

Uno de esos lugares mágicos es la Torre de la Cautiva, íntimamente ligada a la figura de la reina-esclava Isabel de Solís, cautiva cristiana que fue monarca de Granada bajo el nombre de Zoraya, o estrella del alba.
Isabel vivió en la segunda mitad del siglo XV, hija del comendador de Martos, Sancho Jiménez de Solís, y durante una de las luchas entre los cristianos y musulmanes de Granada fue capturada por los nazaríes y llevada a la Alhambra, concretamente a una torre situada en muralla defensiva.

La leyenda cuenta que era una mujer muy bella y que el rey de Granada, Muley Hacén, padre de Boabdil, el último rey de Granada, se enamoró locamente de ella. Estuvo encerrada en la torre hasta que se convirtió a la religión islámica y contrajo matrimonio con el monarca, que la convirtió en su esposa favorita. Pero su otra esposa Aixa, la madre de Boabdil, peleó con Isabel de Solís por Muley Hacén y, sobre todo, por no perder el poder y la influencia social ganados como primera esposa. La relación entre el monarca y la conversa cristiana provocó el disgusto de los nobles Abencerrajes y los celos de la sultana Aixa quien alentó una serie de intrigas en la corte y las disputas internas que acabaron con la abdicación del monarca en su hermano, el Zagal, y una serie de disputas internas que posteriormente favorecieron la toma del reino de Granada por los Reyes Católicos en 1492.

No se tienen más noticias biográficas sobre ella, salvo que partió al exilio con su esposo y sus dos hijos Nasr ben Ali y Saad ben Ali. Según parece, tras la muerte de Muley Hacén se convirtió de nuevo al cristianismo, al igual que sus dos hijos, quienes tomaron los nombres de Juan y Fernando de Granada. Su leyenda quedó vinculada para siempre a la de la torre donde estuvo presa nada más llegar a la Alhambra antes de convertirse al Islam.

La Torre de la Cautiva apenas se diferencia exteriormente del resto de las torres del paseo que conduce desde los jardines del Partal hasta los del Generalife. Sin embargo, el interior de ésta es uno de los espacios de habitación más destacados de la Alhambra por su decoración. Este tipo de torres en nada se diferencian esquemáticamente de cualquier vivienda pues incluso posee planta superior y terraza a las que se accede junto al recodo de la entrada.



Se trata de una torre-palacio, o Qalahurra, cuya estructura y distribución es la misma que la de las casas y palacios del Conjunto Monumental. La entrada es en recodo y desemboca en un patio con arcos sobre pilares. La estancia principal es de planta cuadrada con ventanas geminadas al exterior, que son pequeñas alcobas. Este espacio, junto con el Salón de Comares, atesora el más complejo programa decorativo de la Alhambra. De hecho, al igual que aquélla, debe su autoría al sultán Yusuf I, uno de los momentos de esplendor del arte nazarí.

Si quieres conocer la Alhambra de Granada, Andalsur te lleva. http://goo.gl/JTtrC 

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