viernes, 5 de julio de 2013

Guía rápida para principiantes sobre el vino de Jerez

Los vinos de Jerez son mundialmente conocidos, pero pocos son los que conocen que tiene muchas variedades, no se trata sólo del famoso Sherry y listo. Y menos aún los que saben con qué alimentos hacen una perfecta combinación para el paladar. Es cierto que últimamente ha extendido el maridaje en platos con salsa de reducción ¿a quién no le suena la reducción de Pedro Ximénez? Si hablamos de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María o Sanlúcar de Barrameda, a casi todos se nos dibuja una sonrisa en la cara ¿verdad? Para muchos, esta zona evoca luz, destellos de sol, aromas de la sierra cercana, brisa del mar, agua salada u olor a madera de sus barcas. Imaginad todo eso recogido en sus vinos y dispuesto a ser bebido ¡Puro Arte!


Vinos de Jerez: nociones básicas 
Al tratarse de una guía básica, sólo diremos que el primero de los grandes secretos de los vinos de Jerez es su situación geográfica y su clima privilegiado. Su localización y su proximidad a la desembocadura del Guadalquivir favorecen los vientos de poniente que, además de suavizar las temperaturas, aportan elevados niveles de humedad, generando unas condiciones climáticas únicas en el mundo. Por eso se dice que solo en Sanlúcar de Barrameda es posible criar Manzanilla y que en ningún otro lugar del mundo se ha conseguido reproducir con éxito su flor. Si al clima privilegiado se suma un proceso de elaboración único, diferente, totalmente biológico y natural, el resultado es mágico.
Tipos de vino de jerezEn términos generales, los vinos de Jerez se dividen en tres categorías: Generosos, Generosos de Licor y Dulces Naturales, dependiendo de las características de los mostos, del proceso de elaboración, de la crianza, o de la práctica de cabeceos o combinaciones. Al tratarse de iniciados, nos centraremos específicamente en los vinos Generosos, los más ligeros y secos y dentro de los cuales existe también una gran variedad.
Fino. Se caracteriza por su color amarillo pajizo, se toma frío pero es seco al paladar, y además intenso, suave y ligero, con un aroma delicado de aire almendrado. Sus especiales características son resultado de su proceso particular de crianza exclusiva bajo velo de flor. Su graduación alcohólica adquirida es de 15º.
Amontillado. Su proceso particular de crianza incluye una fase inicial bajo velo de flor seguida de una fase de crianza oxidativa. El resultado es un vino de color ámbar, de aroma avellanado, punzante atenuado, suave y lleno al paladar con un grado alcohólico entre 16º y 22º.
Oloroso. Vino seco, de color ámbar a caoba, de aroma muy acusado, que recuerda a la nuez, de mucho cuerpo, con grado alcohólico entre 17º y 22º. Para su crianza, el vino se encabeza por encima de los 17º, con lo que se provoca una crianza exclusivamente oxidativa. Destaca por su suavidad y elegancia.
Palo Cortado. De color caoba, es un vino elegante y persistente. Se dice que aúna la elegante nariz del amontillado y la corpulencia en boca del oloroso. Su grado alcohólico se sitúa entre 17º y 22º.
Manzanilla. En este tipo de vinos el grado alcohólico no será inferior a 15º. De color pajizo, aroma punzante, seco y ligero al paladar, poco ácido. Las especiales características son el resultado de un proceso particular de crianza bajo velo de flor y del microclima de las bodegas situadas en la ciudad de Sanlúcar de Barrameda.

 Maridajes de los vinos de Jerez
La mejor manera de experimentar el placer del jerez es disfrutarlo con el maridaje adecuado. Probablemente no hay vino más versátil con productos salados que un fino. No es casualidad que el fino bien frío sea el perfecto aliado de las tapas, aunque las posibilidades de los vinos de jerez en la mesa van mucho más allá del aperitivo. Los vinos de jerez se convierten también en la mejor opción para acompañar determinados platos: como verduras (alcachofas, espárragos, cardo), platos muy especiados propios de otros países, pescados y comida japonesa, escabeches o vinagretas.
Fino: Ideal para toda clase de tapas, así como para acompañar sopas, mariscos, pescados (también el sushi) jamón y quesos suaves. Se debe servir frío.
Manzanilla: Es un excelente acompañante para todo tipo de tapas, así como de mariscos, quesos suaves, sopas, pescado blanco y jamón. Servir muy fría.
Amontillado: Además de los aperitivos es un aliado perfecto de las carnes blancas, el pescado azul y los quesos curados.
Oloroso: Adecuado para tomar antes de las comidas, así como con la caza y las carnes rojas
Palo cortado: Ideal con carnes de caza, foie, quesos curados o setas.
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Fuente: Enoarquía

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