Cada uno de los rincones de la ciudad palatina rezuma la
magia especial de los lugares con historia, lugares cargados de vidas pasadas,
de caras, de encuentros, de lances del destino, en definitiva de cientos de
historias, cuentos y curiosidades que la mantienen en pie y le dan más solidez
que el ladrillo y el cemento.
Uno de esos lugares mágicos es la Torre de la Cautiva,
íntimamente ligada a la figura de la reina-esclava Isabel de Solís, cautiva
cristiana que fue monarca de Granada bajo el nombre de Zoraya, o estrella del
alba.
Isabel vivió en la segunda mitad del siglo XV, hija del comendador de Martos, Sancho Jiménez de Solís, y durante una de las luchas entre los cristianos y
musulmanes de Granada fue capturada por los nazaríes y llevada a la Alhambra, concretamente a una torre situada en muralla defensiva.
La leyenda cuenta que era una mujer
muy bella y que el rey de Granada, Muley Hacén, padre de Boabdil, el último rey de Granada, se enamoró locamente de ella. Estuvo encerrada en la torre
hasta que se convirtió a la religión islámica y contrajo
matrimonio con el monarca, que la convirtió en su esposa favorita. Pero su otra
esposa Aixa, la madre de Boabdil, peleó con Isabel de Solís por Muley
Hacén y, sobre todo, por no perder el poder y la influencia social ganados como
primera esposa. La relación entre el monarca y la
conversa cristiana provocó el disgusto de los nobles Abencerrajes y los celos de la sultana Aixa quien alentó una serie de
intrigas en la corte y las disputas internas que acabaron con la abdicación del
monarca en su hermano, el Zagal, y una serie de disputas
internas que posteriormente favorecieron la toma del reino de Granada por los Reyes Católicos en 1492.
No se tienen más noticias
biográficas sobre ella, salvo que partió al exilio con su esposo y sus dos
hijos Nasr ben Ali y Saad ben Ali. Según parece, tras la muerte de Muley Hacén
se convirtió de nuevo al cristianismo, al igual que sus dos hijos, quienes
tomaron los nombres de Juan y Fernando de Granada. Su leyenda quedó vinculada
para siempre a la de la torre donde estuvo presa nada más llegar a la Alhambra
antes de convertirse al Islam.
La Torre de la Cautiva apenas se diferencia exteriormente
del resto de las torres del paseo que conduce desde los jardines del Partal
hasta los del Generalife. Sin embargo, el interior de ésta es uno de los
espacios de habitación más destacados de la Alhambra por su decoración. Este
tipo de torres en nada se diferencian esquemáticamente de cualquier vivienda pues incluso posee planta
superior y terraza a las que se accede junto al recodo de la entrada.
Se trata de una torre-palacio, o Qalahurra, cuya estructura
y distribución es la misma que la de las casas y palacios del Conjunto
Monumental. La entrada es en recodo y desemboca en un patio con arcos sobre
pilares. La estancia principal es de planta cuadrada con ventanas geminadas al
exterior, que son pequeñas alcobas. Este espacio, junto con el Salón de
Comares, atesora el más complejo
programa decorativo de la Alhambra. De hecho, al igual que aquélla, debe su
autoría al sultán Yusuf I, uno de los momentos de esplendor del arte nazarí.
Si quieres conocer la Alhambra de Granada, Andalsur te
lleva. http://goo.gl/JTtrC
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