Pero hoy no hablaremos del rico patrimonio cultural y arquitectónico que conserva Carmona, sino de su gastronomía y su artesanía, fiel reflejo de las diferentes culturas que por ella han pasado.
Gastronomía
La gastronomía de Carmona destaca por ser una cocina de campo, el cultivo de verduras y hortalizas que proporciona su extensa vega, aporta las materias primas básicas para su cocina tradicional y popular, en platos como las alboronias, espinacas, aliños, escarolas con pimiento molido, sopa de tomate, tallos esparragados, papas en amarillo con bacalao, cocido con tagarninas o potage de chícharros.
Muchos de estos platos están ligados a la Cuaresma, rodeada desde siempre de una tradición gastronómia espeial con nuemeroso platos y ricos postres.
El legado árabe también se ve reflejado en los postres y en su repostería. En este aspecto, en Carmona también existe una gran tradición conventual.
También es muy conocida la fabricación artesanal del anís Dos Hermanos.
Artesanía
La tradición de Carmona ha asimilado parte de cada una de las diferentes formas de trabajo, dando lugar a una artesanía plural y variada, que conserva oficios del pasado. La función eminentemente práctica que conllevan estos oficios, se ve reflejada en las necesidades de la ciudad. Así, la azulejería, alfarería, forja de rejas y cancelas, o sillería de enea, son elementos presentes en sus calles y casas. En Carmona se conjuga la artesanía de decoración y de útiles de trabajo, con la religiosa. Muestra de ello son sus excelentes bordados, la ebanistería, la orfebrería o el dorado de madera, que reflejan perfectamente esta dualidad.
Otro de los oficios que aún perviven en Carmona, de reminiscencias árabes, es el exquisito trabajo en taracea
Fuente: Folleto Caminos de la Pasión
Fotos de I love tapas, El dia de Carmona y Viajar Despacio.
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